¿Qué es una traducción jurada?
Una traducción jurada es la traducción de un documento realizada por un traductor reconocido oficialmente por el Estado e inscrito en una lista establecida por un tribunal de apelación. El «traductor-intérprete experto» sella y firma el documento traducido, otorgándole el mismo valor legal que el original.
Este tipo de traducción suele ser exigido para documentos oficiales como:
- Actas del estado civil (nacimiento, matrimonio, defunción)
- Diplomas y certificados académicos
- Sentencias judiciales
- Contratos y estatutos de empresa
- Escrituras notariales para herencias
Marco jurídico
La profesión de traductor jurado no está regulada por un colegio profesional, sino por el estatuto de experto judicial.
La base legal se encuentra en el Código de Procedimiento Civil (artículos 232 a 248) y en el Código de Procedimiento Penal (artículos 157 y siguientes), que prevén el recurso a expertos cuando el juez requiere competencias técnicas específicas, como la traducción.
La inscripción de traductores-intérpretes está regulada por el decreto n.º 2004-1463 del 23 de diciembre de 2004 relativo a los expertos judiciales.
Cada año se publica una lista nacional en el Diario Oficial, pero es cada tribunal de apelación quien gestiona las inscripciones y renovaciones.
El traductor experto presta juramento ante el tribunal de apelación en el momento de su inscripción, de ahí el término «traducción jurada».
Proceso para convertirse en traductor jurado
Contrariamente a lo que se cree, no existe un título específico obligatorio para ser traductor jurado en Francia. No obstante, los candidatos deben demostrar sus competencias lingüísticas, experiencia y moralidad.
El procedimiento incluye:
- Presentación de una solicitud ante el fiscal de la República
- Evaluación del expediente por una comisión
- Posible inscripción en la lista del tribunal de apelación por un período probatorio de cinco años
- Prestación de juramento ante el tribunal
Al finalizar este período, el experto puede solicitar su inscripción definitiva, renovable cada cinco años.
¿Por qué es indispensable?
Las administraciones y tribunales exigen traducciones juradas para garantizar la autenticidad y fidelidad de los documentos. Una traducción simple, aunque realizada por un profesional cualificado, no tiene ese valor oficial.
Por ejemplo, para presentar un expediente de matrimonio con un cónyuge extranjero, el oficial del estado civil exigirá documentos traducidos por un traductor jurado. Asimismo, una universidad francesa puede requerir la traducción certificada de un diploma extranjero para la inscripción de un estudiante.
Conclusión
La traducción jurada es un eslabón esencial en la circulación de personas y bienes en un mundo globalizado. En Francia, se basa en un marco jurídico preciso, garantizado por la intervención de traductores expertos judiciales inscritos en los tribunales de apelación.
Para cualquier trámite administrativo o judicial que implique documentos extranjeros, es indispensable recurrir a un traductor jurado. La lista de expertos puede consultarse en los sitios web de los tribunales de apelación o en el Diario Oficial.